Partiremos del Tomás Maestre sobre las 10 de la mañana para, en menos de 2 horas, estar disfrutando del Cabo.
Maltratado por las aguas que se enojan por ponerles obstáculos en su camino, sus embastes le convierten en un lugar lleno de calas, cuevas, acantilados, fondos prodigiosos y de los pocos puertos que están en el corazón de de un pueblo. Un pueblo de pescadores de bien ganada fama gastronómica: Cabo de palos.
La vuelta, en esta época, la podemos hacer durante todo el día, entrando al Maestre en el puente de las 6 de la tarde o si es invierno, disfrutando un rato más de la noche, con sus cielos y luces entrando en el puente de las 20 horas
Quienes lo deseen, podrán continuar la navegación hasta el puerto base de los Nietos, en una plácida navegación nocturna por el Mar Menor.